Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Panel científico en la UV alerta:
235 especies entraron en
fase de extinción en la región Golfo-Norte
Edith Escalón

La frontera está a cinco años; si no se rescatan, se habrán perdido para siempre: Mario Vázquez Torres

El cambio de uso del suelo es una de las principales amenazas para la conservación de especies, dijo Anthony Challenger, asesor de la SEMARNAT.
La Universidad Veracruzana (UV) se sumó este año a la iniciativa de organismos internacionales –entre ellos Nature Conservancy– para rescatar especies raras, amenazadas o en peligro de extinción de la región Golfo-Norte de México, mismas que, de acuerdo con científicos reunidos en esta casa de estudios durante el taller de Planeación Ecorregional, sumarían 235 especies de insectos, mamíferos, anfibios, reptiles, peces, aves, plantas y hongos en peligro inminente.
Para seleccionar este portafolio de objetos de conservación, como le llaman técnicamente, los científicos tomaron en cuenta las que no existen en ningún otro lugar del mundo (endémicas) y las que enfrentan numerosas presiones en sus ecosistemas, entre ellas el cambio de uso del suelo, la expansión de la frontera agrícola y ganadera, el saqueo y tráfico, el desarrollo urbano no planificado, la contaminación del agua por descargas residuales y el cambio climático.

Expertos de esta casa de estudios, junto con otros del Instituto de Ecología, Pronatura AC y otras instancias estatales, federales e internacionales, participaron en el primer taller de Planeación Ecorregional que se llevó a cabo en la USBI de la UV, en Xalapa, como el primer paso de esta iniciativa, en la que definieron antes que nada las prioridades para la conservación.

Este listado colectivo será la base para orientar los esfuerzos económicos, logísticos y científicos de instituciones educativas, dependencias de gobierno y organismos sociales, pero sobre todo busca incluir estas prioridades de conservación en las agendas ambientales de los estados a partir de 2006 y del nuevo gobierno federal.

Imposible conservarlo todo
Al abrir los trabajos del taller de planeación, Ignacio March, representante de la organización internacional The Nature Conservancy, dejó claro que los recursos son insuficientes para conservarlo todo: “A estas alturas, lo que necesitamos es elegir entre todas las especies valiosas e, incluso, entre las que ya corren algún tipo de riesgo, las que estén gravemente amenazadas o las que se encuentren en etapa crítica”.

Y es que según dijo, la conservación lleva implícita una gran cantidad de recursos económicos y humanos, que depende en parte del valor del suelo en los ecosistemas: “En algunos sitios del norte, por ejemplo, es menos complejo porque no hay grandes presiones, pero en la ecorregión del Golfo, la conservación de la naturaleza tiene que competir contra la expansión urbana, agrícola y ganadera”.

Con los planes ecorregionales, explicó, se busca determinar la parte prioritaria y representativa de la biodiversidad de una región ecológicamente delimitada (y no política), utilizando rigurosas bases científicas, la mejor información disponible, estándares sólidos, la consulta de expertos regionales y el uso de una serie de herramientas para generar estrategias de conservación de alto desempeño: “Ahora buscaremos que el nuevo gobierno federal y los estatales incluyan estas prioridades de conservación en las agendas ambientales”, comentó.

Acciones urgentes
Más allá del alcance ambiental de la iniciativa y de la posibilidad que brinda de trabajar en colectivo por la conservación ecorregional, es la urgencia de poner en marcha programas de preservación de especies. De hecho, hay algunas de las que ya se sospecha su desaparición, como lo hizo notar Mario Vázquez Torres, especialista en Botánica y reputado científico de la UV.

“De las 394 especies de plantas con flor que analizamos, 20 se encuentran en estado crítico y dos de ellas están probablemente extintas. Si no las rescatamos ahora, las empezaremos a perder en el corto plazo, probablemente en cinco años”, alertó Vázquez Torres, uno de los pilares de la investigación y conservación de cycadas en México, quien añadió que “la desaparición de una sola población de esas especies en un solo ecosistema podría interferir y afectar al resto de los que ahí habitan”.

Por otro lado, señaló que este ejercicio puso en evidencia los vacíos de información que existen en los inventarios y bases de datos oficiales, así como en el conocimiento que se genera en torno a las especies: “Casi no sabemos nada de las especies, de cuántos individuos hay, de sus interacciones, de su aportación al medio; hace falta mucho más conocimiento”, agregó el investigador, quien ha descubierto ya varias especies de cycadas en México, una de las cuales lleva su nombre.

Cambio de uso del suelo, principal amenaza
Anthony Challenger, asesor de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), dijo que el cambio de uso del suelo es una de las principales amenazas para la conservación de especies, pues muchas de las áreas naturales que resguardaban biodiversidad han sido convertidas en terrenos urbanos, agrícolas o ganaderos, y esa tendencia continúa.

“La ecorregión Golfo-Norte mide 10.5 millones de hectáreas, pero casi la mitad ha sido convertida para diferentes usos de suelo, y sólo el 15 por ciento de la vegetación original sobrevive. Quizá el ejemplo más claro es el de las selvas húmedas, ya que de los 3 millones de hectáreas que había, hoy existen alrededor de 26 mil, menos del uno por ciento”.

Propuesta colectiva
Jorge Uribe y Alberto Contreras, de Pronatura Noreste, señalaron también que a través de este ejercicio estarán en posibilidad de tener argumentos para gestionar recursos y trabajar programas de conservación en estos sitios, a partir de compendios cartográficos, mapas que permitan ubicarlos y apoyar y proveer insumos para insertar los resultados en las agendas de gobierno. De hecho, recordaron que éste es el primero de una serie de talleres que buscarán perfeccionar esta propuesta en 2006.

Como anfitrión del encuentro, Ernesto Rodríguez Luna, director del área Biológico-Agropecuaria de la UV, exaltó el esfuerzo colectivo que representó este encuentro y agradeció su apoyo a los participantes provenientes de las instituciones que fueron ejes de este primer taller: el Instituto de Ecología AC, la asociación civil Pronatura, las universidades autónomas de Nuevo León y de Tamaulipas, la asociación internacional The Nature Conservancy y la SEMARNAT, así como los institutos de Investigaciones Biológicas, Neuroetología, y de distintas Facultades de la UV.

Especies en peligro inminente
38 especies de insectos, 10 de mamíferos, 14 de anfibios, 25 de reptiles, 17 de peces dulceacuícolas, 30 de aves, 27 de plantas de semilla, 11 de helechos y 63 de hongos son las que se encuentran en peligro inminente, debido a diversas actividades como: cambio de uso del suelo; expansión de la frontera agrícola; desarrollo urbano no planificado; contaminación del agua (descargas residuales); expansión ganadera; cambio climático; construcción y operación de presas; ecoturismo mal administrado; exploración, perforación y operación petrolera; prácticas forestales mal administradas; trabajos de investigación con falta de ética; saqueo y tráfico de especies maderables; actividades mineras; presencia de especies exóticas; Mal manejo del fuego, entre otras.

Poblaciones de algunos animales podrían desaparecer si no se toman acciones para su conservación.