Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Conmemora la OSX aniversarios de natalicios de Mozart y Shostakovich
Jorge Vázquez Pacheco

La combinación de ritmos africanos, españoles, amerindios y caribeños dan cuenta de la variedad musical y coreográfica que se despliega sobre el escenario. / Ideado por el gobernador Miguel Alemán, el espectáculo inspirado en el trabajo del grupo irlandés Riverdance, reúne la creatividad de múltiples artistas de la UV, de México y el mundo.

La Orquesta Sinfónica de Xalapa dio inicio a su trabajo del año 2006 conmemorando el centenario del natalicio de Dmitri Shostakovich (1906-1975) y el 250 aniversario del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart. La dirección del concierto del 20 de enero estuvo a cargo de Juan Carlos Lomónaco, quien, junto con la OSX, hizo escuchar la Vigésima quinta sinfonía en sol menor, Koechel 183, de Mozart; el Concierto para fagot y orquesta en si bemol mayor, del mismo autor, y la Novena sinfonía en mi bemol mayor, opus 70, de Shostakovich.

La OSX dio inicio a su trabajo de 2006 conmemorando el 250 aniversario del natalicio de Wolfgang Amadeus Mozart.
El solista fue Miguel Teodoro Galván, joven originario de Córdoba y formado en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV) bajo la guía del maestro Jerzy Lemiszka.

El Concierto para fagot y orquesta de Mozart fue escrito en 1774, cuando el músico contaba con apenas 18 años de edad. Esta obra está estructurada de acuerdo con la tradición de los tres movimientos contrastantes entre sí, y en toda ella transpira frescura y sencillez, aunadas a un tranquilo lirismo juvenil típico de la obra adolescente de Mozart. Por otra parte, no deja de sorprendernos la escritura muy adecuada a la naturaleza del fagot, un instrumento que –se supone– Mozart no conocía totalmente en aquella época.
Sobre la obra de Shostakovich (1906-1975) cabe señalar que éste, después de escribir su Séptima sinfonía en 1941, dio forma a una Octava que aún es observada como una profunda expresión musical de los verdaderos sentimientos del autor en torno al patrioterismo desbordado por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Y es que, en 1945, se anunció Shostakovich trabajaba su Novena sinfonía, que todos esperaban apoteósica y grandiosa. La respuesta del autor resultó acorde con su espíritu mordaz e irónico: una Novena breve –de duración no superior a los 25 minutos– y con cinco movimientos; la rebelión absoluta, no sólo contra las expectativas de los incondicionales de Stalin, sino también contra las formas marcadas por la tradición.
En memoria a Mozart y a Shostakovich
Para el segundo y último concierto de la serie invernal de la OSX, se programó la presencia del maestro huésped James Paul y del pianista Edgar Gerardo Boffill, y un repertorio conformado por la suite Mozartiana de Chaikovski, el Vigésimo tercer concierto para piano y orquesta de Mozart, y la Sexta sinfonía de Shostakovich.

Paul es un experimentado director norteamericano que ha actuado al frente de orquestas en Oregon, Milwaukee, Columbus, Jacksonville, Florida, Viena y Singapur. En tanto, Boffill es originario de Yucatán y se desempeña actualmente como maestro de Piano en la Facultad de Música de la UV y del CIMI (Centro de Iniciación Musical Infantil).

Los primeros conciertos de la temporada también estuvieron dedicados a Dmitri Shostakovich por el centenario de su natalicio.
Mozart fue el compositor más admirado por el maestro ruso Piotr Ilich Tchaikovski (1840-1893), por ello, decidió escribir, en 1877, su Cuarta suite en sol mayor, opus 61, denominada Mozartiana. Conformada por cuatro movimientos, la suite se basa en otras tantas composiciones de Mozart: el primero fue inspirado en la Giga en sol mayor para piano, K. 574; el segundo se apoya en el Minueto para piano K. 355; el tercero está basado en el Ave verum corpus para coro a cuatro voces, cuerdas y órgano, K. 618, y el cuarto movimiento se apoya en las Variaciones para piano K. 455, que Mozart compuso a partir de un aria de la ópera La rencontre imprévue de Gluck.

El segundo y último concierto de la serie invernal estuvo dirigido por el maestro invitado James Paul.


Mihai Marica, joven y talentoso chelista de origen rumano.
Por su parte, la sexta sinfonía de Shostakovich fue anunciada como “un gran monumento musical a la memoria de Lenin”. Ante ello, los burócratas del sistema esperaban una gran sinfonía con coros, solistas y orquesta de enormes dimensiones. No hubo tal. La gente se encontró con una obra tan abstracta como la Quinta, con un movimiento inicial prolongado y en tiempo lento, seguido de dos más, breves y ágiles. No había coro, no había solistas ni material musical folklórico o loas a Lenin. Por lo mismo, la Sexta fue recibida con ánimo frío, aunque las críticas no fueron tan duras como era de esperarse.

Carlos Miguel Prieto, designado Líder Mundial
Unos días antes de dar inicio a la Primera Temporada 2006, una noticia recorrió el mundo. Carlos Miguel Prieto, el titular de la Sinfónica de Xalapa había sido designado, hacia finales de enero, Líder Mundial 2006 por el Foro Económico Mundial, reunido en pleno en la ciudad suiza de Davos. Nunca un músico mexicano había sido depositario de semejante distinción.

Estrenando su nombramiento, el joven director artístico de la OSX se hizo presente para inaugurar la serie con la pianista estadounidense Anne-Marie McDermott y con un programa compuesto por la música de ballet para la ópera Idomeneo de Mozart, el Concierto para piano número 17 del mismo autor y la Cuarta sinfonía de Shostakovich.

Mozart era un compositor que, a diferencia de muchos de sus colegas, no acostumbraba repetirse a sí mismo. Una vez que encontraba algún procedimiento novedoso, lo trabajaba hasta llevarlo a los límites de la perfección. En este sentido, el Concierto número 17 también resulta ejemplar. Los analistas observan con interés no sólo la formación instrumental que Mozart empleó para su Concierto 17, sino la enorme riqueza de ideas en la escritura para la sección de maderas, en la que, por cierto, aún no hacen acto de presencia los clarinetes. Está escrito en los habituales tres movimientos y toda su riqueza melódica y su inspiración son demostrativos del portentoso genio de su creador.

Shinik Hahm y Mihai Marica, invitados de la OSX
La noche del 10 de febrero, la Orquesta interpretó el siguiente repertorio: Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis de Vaughan-Williams; el Segundo concierto para violonchelo y orquesta, opus 126, de Shostakovich, con el solista Mihai Marica, y la suite Cuadros de una exposición de Musorgski en trascripción orquestal de Maurice Ravel. El director huésped fue el coreano Shinik Hahm, considerado uno de los jóvenes más prometedores de su generación y avecindado en Connecticut, Estados Unidos. Por su parte, Marica es un excelente ejecutante de chelo originario de Rumania.

Vale mencionar que Shostakovich decidió dar forma a su Segundo concierto para violonchelo, durante una estancia en Crimea, en 1966. La obra fue estrenada por Mstislav Rostropovich –a quien el autor se la había dedicado– el 25 de septiembre de 1966, precisamente el día en que el compositor cumplía 60 años.

Un variado repertorio
El tercer programa se llevó a cabo el jueves 16 de febrero en el Teatro Clavijero del puerto de Veracruz y el viernes 17 en el Teatro del Estado de Xalapa. En esta ocasión, la OSX presentó un programa que incluyó las obras El aprendiz de brujo de Paul Dukas, el Concierto en mi menor para violín y orquesta de Mendelssohn y El carnaval de los animales de Saint-Saëns.

El tubista norteamericano Eric Fritz.
Esta jornada marcó la reaparición de la bella y talentosa violinista xalapeña Joanna Lemiszka, quien actuó bajo la batuta del director brasileño Rodrigo de Carvalho.
Paul Dukas (1865-1935) es uno de los compositores a los que la historia parece haber jugado una mala broma. Maestro de formidable capacidad pedagógica y compositor perfeccionista a ultranza, su actual celebridad se apoya en sólo una obra, pese a contar con partituras que presentan la solidez de su oficio y una impecable factura. Y es que en El aprendiz de brujo encontramos tan sorprendente eficiencia en la narrativa musical para la balada del mismo nombre, debida al literato alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832), que se antoja lógica su popularidad desde el estreno mismo. Para colmo, la producción filmográfica Fantasía (1940) opacó por completo la demás producción musical del compositor.

En cuanto al Concierto de Mendelssohn, hay que recordar que fue fruto de la colaboración estrecha entre el autor y un virtuoso del instrumento, Ferdinand David, quien además se desempeñaba como catedrático en el Conservatorio de Leipzig. Es evidente que el autor confiaba en la experiencia de David, ya que la obra se modificó atendiendo numerosas sugerencias realizadas por el violinista. David estrenó la obra en 1845, con la orquesta bajo la dirección de Niels Gade. El éxito fue inmediato y, desde entonces, esta pieza figura entre más socorridas por los solistas de todo el mundo.

Notas de Ravel, Jevtic y Sibelius
Suite Mamá la oca de Ravel, Concierto para tuba de Ivan Jevtic y la Quinta sinfonía de Jan Sibelius fueron las obras que integraron el programa 4 de la temporada, en el que participaron el director francés Sylvain Garançon (ganador del Segundo Concurso Internacional Eduardo Mata) y el tubista norteamericano Eric Fritz.
La Quinta sinfonía de Jan Sibelius (1865-1957) fue escrita durante la Primera Guerra Mundial. Pese a todas las penurias derivadas de la Gran Guerra, se estrenó en diciembre de 1915, en Helsinki, con motivo del medio siglo de edad de Sibelius. Más adelante, la obra sufrió varias modificaciones, debido al descontento del autor con los resultados de la primera versión. Después de la segunda y tercera versión y de las últimas revisiones, la pieza quedó estructurada en tres tiempos y concluida en noviembre de 1919.


Una de la obras monumentales de Haydn es La Creación, pieza que fue interpretada por la OSX en una gira por Veracruz, Córdoba y Coatzacoalcos.
Un concierto dedicado a Italia
Bajo la dirección del xalapeño Rubén Flores, titular de la Banda Sinfónica del Gobierno del Estado, la OSX interpretó durante el quinto programa de la serie Las vísperas sicilianas de Verdi, Paganiniana de Casella, y Las fuentes de Roma y Fiestas romanas de Respighi.

La obertura para la ópera I vespri siciliani (Las vísperas sicilianas) se compone, como era la costumbre, por diversos temas propios del drama escénico con un desarrollo que presenta un ingenioso y fino procedimiento en la secuencia de los motivos que lo integran.

Por encargo de la Ópera de París, Verdi escribió su drama en cinco actos y seis cuadros, con libreto de Eugène Scribe y Charles Duveyrier. Se estrenó en la capital francesa el 13 de junio de 1855. Al año siguiente, 1856, la ópera se representó con el libreto original traducido al italiano y con el título que conocemos actualmente. Esta versión italiana borró del mapa musical a la versión francesa.
Las fuentes de Roma contiene mucho de la inclinación de Ottorino Respighi (1879-1936) hacia el arte antiguo, y es que para la creación de esta obra, el autor retoma estos famosos surtidores romanos. Fiestas romanas es otra de las evocaciones del pasado, pues en este poema sinfónico, Respighi se propuso recrear algunas de las festividades antiguas, mediante una música espectacular y de colorido extremo.

La Novena de Mahler, una portentosa sinfonía
Sólo la portentosa Novena sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911) fue ejecutada, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, el viernes 10 de marzo en Xalapa y el sábado 11 en el puerto de Veracruz.

Mahler terminó esta obra a finales de 1909 o inicios de 1910, y la primera interpretación se realizó el 26 de junio de 1912, en Viena –con la orquesta dirigida por su discípulo Bruno Walter–, por lo que el maestro ya no estuvo presente en el estreno, pues falleció el 18 de marzo de 1911.

De acuerdo con Alma Schindler, la esposa de Gustav Mahler, la génesis de esta obra se encuentra en 1907, año decisivo para el autor que marcó “el principio del fin”, luego del fallecimiento de una de sus hijas y de conocer sobre la gravedad del problema cardíaco que le aquejaba. Decidió, entonces, trabajar La canción de la Tierra –cinco extensos lieder basados en textos tomados del libro La flauta china– y las sinfonías Novena y Décima.

La Novena sinfonía no contiene alusiones autobiográficas ni confesionales. Se trata de una pieza abstracta que parece surgir del inconsciente del autor y en la que impera el aliento épico en medio de una estructura austera y con modificaciones a la tradición. Así, los movimientos lentos han sido colocados hacia los extremos, mientras que los fragmentos de tempo enérgico se ubican en medio.

El segundo movimiento contiene uno de los motivos favoritos de Mahler, el laendler, que es una danza típica austriaca antecesora del vals. Observado esto como la evocación de la niñez y el símbolo de los placeres campestres más sencillos, en su parte central se detecta una animación forzada que muchos califican como la febril alegría de un último baile. Esta agitación encuentra su continuidad en el gesto desesperado del tercer movimiento.

El cuarto movimiento es un canto elegíaco comparable al Abschied de La canción de la Tierra. Temas de enorme nobleza sonora se funden con pasajes de áspera textura y opaco colorido, conducidos al extremo de convertirlos en apenas dos líneas melódicas que se mueven al mismo tiempo sobre los registros extremos. Una vez que Mahler resolvió este portentoso, amargo y extenso fragmento, decidió extinguir la música gradualmente a la manera del ewig (“eternamente”) final en Das Lied von der Erde, como no queriendo morir, como el profundo lamento que la muerte terminará por apagar definitivamente.

Sergio Cárdenas, al frente de la Sinfónica
Para el séptimo concierto de la Sinfónica de Xalapa, subió al escenario Sergio Cárdenas, tamaulipeco de notoria carrera internacional y reconocido prestigio, quien dirigió la Sinfonía 39 de Mozart, una obra de su inspiración denominada Dime si me quiere un poco y la Sexta sinfonía de Beethoven, conocida también como La pastoral.

A lo largo de su trayectoria, Cárdenas (1951) ha sido director titular de orquestas tan significativas como la Sinfónica Nacional de México, la Filarmónica del Bajío y la Sinfónica de El Cairo. Además de dedicarse a la dirección, se desempeña también como un eficiente compositor Dime si me quiere un poco fue compuesta en 1999, en Ansbach, Alemania. Para la realización de esta obra para orquesta de cuerdas, Cárdenas se inspiró en la letra y melodía de la canción “Estrellita” de Manuel M. Ponce. A partir de la dialéctica musical de un segmento en que la letra reza: “baja y dime si me quiere un poco”, el compositor desarrolló una obra cargada de expresividad y nostalgia, con un lirismo que establece demandas técnicas de alto nivel a los ejecutantes de cuerdas, sin hacer de ello un fin en sí mismo como suele suceder en la mayoría de las composiciones contemporáneas.

Dime si me quiere un poco fue grabada en el año 2000 por el compositor al frente de la Filarmónica de Cámara de Polonia, en la sala de conciertos de Sopot, Polonia.
Acerca de la Sexta sinfonía en fa mayor de Ludwig van Beethoven (1770-1827), conocida como Pastoral, es importante destacar que se estrenó en diciembre de 1808, en Viena, cuando el músico sufría ya una sordera total.

Como muchas de las piezas procedentes de la sala de conciertos, pero llevadas al cine, la Pastoral debe una buena parte de su celebridad actual a Walt Disney (1901-1966), quien la incluyó en su película de 1940 Fantasía. Este filme representó una singular revaloración para la obra que nos ocupa, ya que, con su almibarada ambientación, si bien contribuyó a su difusión también supuso el menosprecio de quienes veían en la Pastoral algo así como un poema sinfónico programático, que parece no empatar del todo con el sinfonismo beethoveniano.

La Creación, de Haydn
Afecto a las obras monumentales que, por lo mismo, constituyen un gran atractivo entre el público y una enorme dificultad para los instrumentistas de la OSX, Carlos Miguel Prieto programó para realizar una gira hacia Veracruz, Córdoba y Coatzacoalcos el oratorio La Creación del compositor austriaco Franz Joseph Haydn (1732-1809). Los solistas que acompañaron al director y a su orquesta fueron la soprano Jeanine Thames, el tenor Vale Rideout, el bajo Mark Risinger y el Coro de la Universidad Veracruzana.

La escritura de esta obra mantuvo ocupado a Haydn dos años, entre 1797 y 1798. El estreno público se realizó el 19 de marzo de 1799, en el Burgtheater de Viena. Los analistas coinciden en que el autor modificó sensiblemente la forma del oratorio, al imprimirle un carácter casi descriptivo sin recurrir del todo a las formas puramente religiosas. Sin embargo, estaba convencido de haber logrado una buena creación de contornos religiosos. Pocos meses antes de su muerte, el músico tuvo la oportunidad de escuchar una interpretación de La Creación con una orquesta integrada por más de centenar y medio de músicos y con un coro monumental.