Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Diseñan sistema ecológico para evitar contaminación
Veracruz, el estado que más aguas negras produce en el país

Edith Escalón

Proponen estudiantes de la UV planta ecológica para tratar aguas residuales
 

Veracruz, un estado por el que atraviesan más de 40 ríos –el 35 por ciento de las aguas superficiales del país–, es también la entidad que arroja más descargas de aguas negras a las afluentes naturales y sólo el 5 por ciento es procesada, lo que ha provocado que siete de cada diez cuencas veracruzanas se encuentren “altamente contaminadas”, según reportes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

Para resolver este problema, estudiantes de Ingeniería Ambiental de la Universidad Veracruzana adaptaron para Veracruz un sistema ecológico de tratamiento de aguas residuales, mismo que aprovecha la capacidad natural que tienen ciertas plantas acuáticas para transformar contaminantes orgánicos e inorgánicos –como metales pesados y nitrógeno– en compuestos inocuos para el ser humano y el medio ambiente.

A este sistema, que mediante procesos biológicos limpia o restaura in situ ambientes contaminados (tanto en aguas superficiales como en suelos, sedimentos, agua y aire), se le conoce como fitorremediación, y es considerado hoy en día como una tecnología biológica alternativa.

Aunque no es la primera vez que se utiliza, el mérito de Alejandra del Carmen Gómez Gómez y Zabdiel Domínguez Trinidad (autores del proyecto) radica en la investigación y adaptación que hicieron de la biotecnología para aplicarla en municipios de Veracruz, pues una de las fortalezas de la fitorremediación es justamente la utilización de especies propias del lugar, es decir, de la flora endémica.

Ellos, además de investigar y analizar las plantas acuáticas (algas y macrofitas) que serían apropiadas para el tratamiento de aguas residuales, consideraron otros aspectos fundamentales para su operación, como los microclimas, la humedad y el tipo de suelo, entre otras condiciones medioambientales del estado.

De acuerdo con los universitarios, estos sistemas son ideales para los municipios pequeños –rurales y suburbanos– de Veracruz, pues éstos generan cada vez más aguas residuales y tienen suficientes áreas de suelos para poner en operación plantas de este tipo, que requieren cuando menos tres zonas de tratamiento: la primera y la última son completamente pobladas de plantas acuáticas, y la de en medio funciona como una laguna de tratamiento.

Explicaron que muchos de estos municipios no aprovechan sus zonas bajas ni para la ganadería ni para la agricultura, y su rendimiento es relativamente bajo, lo que hace factible desarrollar tecnologías menos rápidas y más económicas (como la biorremediación y la fitorremediación) para limpiar aguas residuales, pues éste se está convirtiendo en un problema de graves consecuencias.

De hecho, según la investigación y cálculos que realizaron los estudiantes para diseñar esta propuesta, las descargas por el uso público, urbano y doméstico generan en el estado más de 211 mil 302 metros cúbicos al año. “Si consideramos que Veracruz está constituido por 22 mil 32 localidades –de acuerdo con datos del INEGI–, de las cuales más del 90 por ciento cuenta con menos de 10 mil habitantes, nos daremos cuenta de que la cifra es ideal para la aplicación de la fitorremediación, sobre todo si pensamos en la enorme contaminación que hoy se genera”, comentaron los jóvenes.

Añadieron que el volumen promedio de descarga de aguas residuales para las poblaciones entre dos mil 500 y 10 mil habitantes es de 200 litros por habitante por día, sin embargo, subrayaron que en Veracruz el tratamiento de agua al año 2000 no llegó ni siquiera a los 10 litros diarios por habitante.

De hecho, hablaron de un déficit de plantas de tratamiento, pues en el estado sólo existen 77, que no alcanzan para atender ni el 5 por ciento del total de las descargas de una población que va en aumento.

Más ecológico y económico
A diferencia de otros tratamientos de aguas residuales, el sistema propuesto por los universitarios no requiere del uso de solventes, detergentes u otros agentes químicos para operar, pues funciona a partir de procesos bioquímicos realizados por las plantas y los microorganismos que viven en sus raíces que, explicaron los estudiantes, conducen a la reducción, mineralización, degradación, volatilización y estabilización de los diversos tipos de contaminantes.

A esta ventaja hay que añadir la reducción del 50 por ciento de los costos de operación que se logra con el uso de fitorremediación. Por ejemplo, para remover compuestos orgánicos de un metro cúbico de agua residual se necesitan, en promedio, 3.50 pesos con una planta de tratamiento de lodos activados (el sistema más común en Veracruz), pero con fitorremediación sólo se invierte 1.80.

Para remover de un metro cúbico de agua residual metales pesados y otros contaminantes más peligrosos se gastan en promedio 31 pesos con tratamientos físicos o químicos convencionales, en cambio, para hacerlo con fitorremediación sólo se invierten 17, lo que deja claro las ventajas económicas de un sistema tecnológico de este tipo.

Finalmente, los estudiantes destacaron la necesidad del tratamiento de las aguas residuales como un factor de gran importancia para evitar la contaminación de los cuerpos de agua, no sólo por las implicaciones económicas, ecológicas y sanitarias de la contaminación, sino por las limitaciones que la contaminación impone al suministro de agua limpia para el propio consumo humano.


Veracruz es la entidad que más descargas de aguas negras
arroja a las afluentes naturales, lo que ha provocado que
siete de cada diez cuencas veracruzanas
se encuentren altamente contaminadas.