Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Trimestral


 

 Ventana Abierta

 Mar de Fondo

 Tendiendo Redes

 ABCiencia

 Ser Académico

 Quemar las Naves

 Campus

 Perfiles

 Pie a tierra


 Números Anteriores


 Créditos

 

Macuiltépetl podría ser el asentamiento prehispánico más antiguo de Xalapa
Fernanda Melchor

Durante tres meses, universitarios hicieron prácticas de campo en un sitio arqueológico cuyo desarrollo oscila entre 450 a.C. y 150 d.C.
Durante tres meses, universitarios excavaron las ruinas de lo que, al parecer, es el asentamiento humano prehispánico más antiguo hallado en Xalapa.
En el proyecto arqueológico Macuiltépetl, que se desarrolla en el cerro homónimo de la colonia Progreso en la ciudad de Xalapa, académicos y estudiantes de la carrera de Arqueología, adscritos a la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), realizaron durante tres meses la excavación de las ruinas de lo que, al parecer, es el asentamiento humano prehispánico más antiguo hallado en la ciudad de Xalapa, pues según los estudios de fechamiento éste se desarrolló entre los años 450 a. C. y 150 d. C.
Más antigua que los tres barrios considerados piedras fundamentales de la ciudad, la zona arqueológica a estudiar es un área extensa que llega incluso a la Cueva de la Orquídea, de la cual la zona Macuiltépetl es sólo una pequeña parte. Esta área logró conservarse gracias al Ayuntamiento de Xalapa, que la definió como protegida, por lo que se prohibió su urbanización.

Es por ello que el INAH, en coordinación con la Facultad de Antropología de la UV, pretende, una vez terminados los trabajos de excavación, abrir la zona al público e integrarla al Parque Ecológico Macuiltépetl. Incluso, hay planes de edificar un museo de sitio en uno de los espacios libres, con el fin de exhibir las piezas halladas y explicar el origen y las características de este patrimonio histórico tangible.

La zona excavada por los estudiantes está constituida por los vestigios de varios edificios, una plaza y un patio central de lo que fuera un asentamiento precolombino, cuyo fechamiento por radiocarbono, o carbono 14, fue certificado por laboratorios del INAH e indica que la zona se desarrolló entre los años 450 a. C. y 150 d. C.

Se trata de un hecho importante, pues hasta la fecha no se han descubierto ruinas de tiempos tan remotos en la ciudad de Xalapa. Además, ni los antiguos barrios que conformaban lo que hoy es el centro de la capital del estado poseen tal antigüedad.

Lucina Martínez Utrera, directora del proyecto, descartó que los vestigios del Macuiltépetl pertenezcan al grupo étnico totonaco, debido al fechamiento que el INAH les otorgó. “Los totonacos llegan al centro de Veracruz del 600 al 900 antes de Cristo, y aquí estamos hablando de grupos anteriores, por lo que vale la pena rescatarlo”, dijo.

Una vez terminado este conjunto de excavación, comentó, aún resta excavar la parte superior de la zona, por lo que es necesario continuar con las exploraciones del área, aunque consideró que lo ideal sería que el Ayuntamiento pudiera delimitar la zona y separarla de la calle para evitar que las personas la deterioren.

El proyecto Macuiltépetl se encuentra inscrito dentro de un estudio regional dirigido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que investiga los asentamientos prehispánicos ubicados en el municipio de Xalapa y la región.

Los trabajos en el terreno de la privada 17 de Marzo de la colonia Progreso, llamado zona Macuiltépetl, iniciaron en 1989 cuando al realizar un pozo de sondeo fue descubierta una esquina de un edificio prehispánico en lo que era un terreno baldío. Desde esa fecha, estudiantes de distintas generaciones de la carrera de Arqueología han explorado el área año con año, utilizando las técnicas aprendidas en el aula, y han descubierto los vestigios de siete entierros, así como figurillas, vasijas y diversos restos de cerámica, también llamados tepalcates, que ya han sido enviados a la Ciudad de México para su análisis.

El trabajo de campo forma expertos
De acuerdo con Martínez Utrera, el trabajo de campo arqueológico es una labor dura, pero al mismo tiempo delicada, ya que consiste en remover cientos de kilos de material inerte bajo condiciones climáticas adversas, aplicando con gran cuidado técnicas específicas que permiten el rastreo del mínimo vestigio de objetos de importancia arqueológica.

En esta tarea se utilizan desde herramientas básicas, como el pico y la pala, hasta cepillos y esmeriles diminutos, cuya función es librar hasta la última partícula de tierra de los objetos hallados. “Las prácticas de campo son indispensables, pues hacen que el alumno adquiera un criterio científico que le permitirá discernir entre las estructuras culturales y las naturales, así como visualizar los estratos culturales no alterados por materiales modernos”, explicó la directora del proyecto.

En la zona Macuiltépetl, estudiantes de Arqueología excavaron el área, con el fin de analizar las secuencias estratigráficas (o las distintas capas de materiales que se han ido acumulando durante más de dos mil años), dividiendo el terreno en una cuadrícula, y llevando un control sistemático del lugar y la profundidad específicos de las muestras y objetos hallados, datos que se anotan en fichas especiales que son enviadas al INAH junto con las piezas encontradas para su análisis. 

La zona hallada está constituida por los vestigios de varios edificios, una plaza y un patio central de lo que fuera un asentamiento precolombino.