Enero-Marzo 2006, Nueva época No. 97 Xalapa • Veracruz • México
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Participan el MIT y 50 instituciones académicas más
Estudia la UV, junto a Nobel mexicano y la NASA, contaminación atmosférica
Edith Escalón

Mario Molina, Nobel de Química en 1995 por advertir al mundo sobre el agujero en la capa de ozono, dirige el proyecto en el que colaborarán estudiantes y académicos de la UV
La Universidad Veracruzana (UV), única en el país que forma profesionistas en Ciencias Atmosféricas, se sumará a la iniciativa de investigación científica en materia de contaminación atmosférica generada en megaciudades, que promueve, desde hace más de una década, el mexicano Mario Molina, quien en 1995 ganó el premio Nobel de Química al advertir al mundo sobre la existencia de un agujero en la capa de ozono, resultado de la emisión de gases contaminantes que las actividades humanas provocan.

Apoyado por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), la NASA y más de 30 instituciones norteamericanas, 20 mexicanas y 10 de países europeos y asiáticos, el proyecto de investigación –coordinado por el Centro Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio– busca entender mejor cómo se generan, dispersan, transportan y transforman los contaminantes, y conocer los efectos que provocan en la salud humana, a partir del estudio de la segunda megaciudad más grande del mundo: la Ciudad de México.

En su visita a la UV, Luisa Molina, esposa del Nobel mexicano e investigadora del MIT, presentó los detalles del proyecto a científicos, académicos y estudiantes de distintas áreas de la Universidad, quienes participarán en la campaña de mediciones, por medio de la cual buscarán recopilar la mayor cantidad de información sobre la presencia de gases, partículas, radiación, aerosoles y biomasa de emisiones, por mencionar sólo algunos aspectos.

Explicó que los estudios serán en dos modalidades: aéreos y superficiales. Los primeros se realizarán con sobrevuelos de cinco aviones instrumentados –dos de ellos de la NASA–, que se encargarán del estudio de la evolución y transporte de contaminantes a escala global. Los itinerarios comprenden recorridos Veracruz- México-Veracruz y Veracruz-Houston-Veracruz.
Las mediciones superficiales se realizarán desde tres sitios base: uno dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México, otro en el estado de México y el tercero en Hidalgo, pues el objetivo del estudio es saber qué pasa con las “plumas” de contaminación que genera la Ciudad de México.

Plano geográfico de la campaña MILAGRO.
Y es que, según añadió Sasha Madronich, investigador del National Center for Atmospheric Research, los modelos meteorológicos actuales calculan que los contaminantes que esta megaciudad genera “viajan” hacia el Golfo de México: “Para corroborar la hipótesis tenemos que saber qué pasa en este trayecto, lo que implica hacer mediciones muy precisas de los contaminantes de la atmósfera desde su origen hasta la región costera y marítima de Veracruz”, comentó.

Su ubicación geográfica, pero sobre todo la capacidad científica y académica con que cuenta la Universidad Veracruzana –única institución que cuenta con investigadores expertos en Ciencias Atmosféricas, Ingeniería, Instrumentación Electrónica, Matemáticas, Física y muchas otras disciplinas– definió su participación en este proyecto.

Juan Cervantes, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la UV, dijo que es invaluable la oportunidad de participar en un proyecto de este tipo al lado de más de 300 investigadores de diferentes países, cuyos hallazgos servirán para el diseño de políticas dirigidas a la mejora de la calidad del aire en el Valle de México, pero, ante todo, un proyecto que generará conocimientos en torno a la contaminación atmosférica y sus efectos.

Beneficios del proyecto
Según plantearon el investigador norteamericano Sasha Madronich y las mexicanas Beatriz Cárdenas y Dora Salcedo, el proyecto permitirá realizar la primera evaluación regional de lo que una ciudad puede causar en términos de contaminación; mejorar el desarrollo de modelos meteorológicos y de calidad del aire, y entender la importancia de las diferentes fuentes contaminantes.

Además, resaltaron la oportunidad única para la investigación que implica la colaboración institucional y el uso del instrumental más novedoso en cuanto a mediciones atmosféricas. De hecho, gran parte del equipo que utilizarán, tanto en las mediciones superficiales como en las aéreas, está conformado por prototipos que se han diseñado ex profeso para estos trabajos y equipos que apenas están saliendo a la luz.

Cabe señalar que el proyecto MILAGRO (Megacity Initiative: Local and Global Research Observations), como su nombre lo indica, tiene varios enfoques: uno local, que estudiará la Zona Metropolitana del Valle de México; otro regional, que abarca los estados que la rodean y el área del Golfo de México, y uno global, que implicará mediciones superficiales del centro del país hasta el área de la agencia norteamericana NASA (Nacional Aeronautics and Space Administration).


Los aviones realizarán sobrevuelos en los que medirán,
con instrumentos externos, la evolución y transporte de los contaminantes.