Mayo-Junio 2002, Nueva época No. 53-54 Xalapa • Veracruz • México
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Financian organismos de Estados Unidos el proyecto de Educación para la Salud
Edith Escalón

 
Con este proyecto, comunidades de diversos municipios contarán con información sobre salud comunitaria, prevención y tratamiento de Sida, tuberculosis, higiene, sanidad, nutrición y primeros auxilios.
Según estimaciones oficiales, en México más de 80 por ciento de las personas que tienen el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) aún no lo sabe. La incidencia de la llamada enfermedad del siglo ha ido más allá de los sectores tradicionales de riesgo y se ha extendido a poblaciones que, en muchas ocasiones, no saben siquiera de la existencia de esta enfermedad.
Su contagio se ha convertido en una sentencia de muerte y la única forma de luchar en su contra es mediante la prevención. Para ello, se han desplegado múltiples modelos. Uno de ellos ha hecho que el trabajo de la UV se
Brigadistas son capacitados por Gabriela Briceño, coordinadora del curso sobre prevención del Sida, en la Casa de la Universidad, en la comunidad de Coyopolan. (Foto: César Pisil)
reconozca tanto en el país como en el extranjero, y que su propuesta de vinculación y compromiso social se considere como un modelo a seguir.
Por ello, el proyecto Educación para la Salud que lleva a cabo mediante las Brigadas Universitarias en Servicio Social (buss) desde octubre de 2001, ha logrado el apoyo internacional. En su financiamiento concurren Maricopa Community Colleges (mccc) y la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos (usaid).
El programa Educación para la Salud incluye varias acciones, entre las que destacan la capacitación de brigadistas en nuevos temas de salud comunitaria y la elaboración de materiales didácticos para prevención y tratamiento del Sida, tuberculosis, higiene, sanidad, nutrición y primeros auxilios. Los materiales se llevan a las comunidades donde están las brigadas, para ser entregados a los residentes locales, al tiempo que se les brinda información mediante charlas, presentaciones y entrevistas personales.
Aunque inicialmente el proyecto estaba planeado para desarrollarse a lo largo de un año, la uv considera solicitar una extensión para seis meses más. Al respecto, Bertha Landrum, representante de mccc, comentó: “Al darnos cuenta cómo se ha desarrollado el proyecto, las posibilidades de lograr la extensión son muy altas; de hecho, tenemos ciertos recursos que todavía están disponibles y podemos utilizarlos en la comunidad”.
Francisco Marmolejo, evaluador del proyecto y representante del Consorcio para la Colaboración de la Educación Superior en América del Norte (Conahec), luego de una visita de evaluación a la Casa de la Universidad en Coyopolan, reconoció que el trabajo universitario ha sido “verdaderamente impresionante, se nota que la uv está multiplicando los recursos”. También se mostró convencido de que el trabajo comunitario de la uv es un verdadero ejemplo a seguir, pues tiene muchas posibilidades de ser replicado tanto en comunidades veracruzanas como en otras partes de México y del mundo.
Cabe mencionar que sus comentarios no se limitaron al programa de educación para la salud, sino a todo el sistema de vinculación social de nuestra casa de estudios y especialmente al trabajo de campo de los brigadistas universitarios: “El hecho de que haya un cambio en los muchachos, en su percepción del compromiso social para con los grupos más desprotegidos, me parece el mayor beneficio que pueden otorgar este tipo de experiencias”.

Apoyo del Cenati al proyecto
Para apoyar los objetivos del proyecto, Bertha Landrum y Mario Fernández de la Garza, director de Vinculación General de la uv, recurrieron al Centro de Atención Integral para la Salud del Estudiante Universitario de la uv (Cenati), el cual capacita a los brigadistas y evalúa y adapta el material para distintos niveles didácticos y de lectura.
Según Gabriela Rodríguez Bri-seño, coordinadora del curso de prevención del Sida, el Cenati “funge como una instancia de apoyo en este proyecto, ya que utiliza sus recursos humanos para la capacitación de los brigadistas universitarios en temas relativos a prevención de enfermedades de alto riesgo, como el Sida y la tuberculosis”.
El proyecto y las instituciones participantes buscan incrementar la información que los integrantes de las comunidades poseen en torno a estas enfermedades, ya que desde hace cinco años ha habido un incremento notable de casos de Sida y de otras enfermedades en comunidades, además de que se han detectado brotes en grupos que anteriormente estaban al margen de la infección. “El aumento en migrantes, por ejemplo, es considerable: ellos migran, tienen prácticas de riesgo en otros lugares, regresan a la comunidad y continúan con sus prácticas de forma normal sin saber que están infectados, generando cada vez más contagios”, comentó.

Los trabajos de salud comunitaria se llevan a cabo en 20 de los 46 municipios en que operan las Brigadas Universitarias en Servicio Social (buss), como Tatatila, San Andrés Tlalnehuayocan, Tlaltetela, Puente Nacional, Chicon-quiaco e Ixhuacán de los Reyes.