Mayo-Junio 2002, Nueva época No. 53-54 Xalapa • Veracruz • México
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Fue presentada como parte de la promoción de la filu 2002
Revista Universidad de México recupera su tradición de incentivar la reflexión

Iván Javier Maldonado Rosales

Considerada una de las publicaciones que por más de siete décadas ha marcado una honda huella no sólo en la cultura del país, sino también en la discusión sobre problemáticas esenciales, la Revista Universidad de México fue presentada en Xalapa como parte de las actividades preparatorias rumbo a la segunda Feria Internacional del Libro Universitario (filu 2002).
José Homero dijo que muchas personas asocian a Revista Universidad de México con la época en que fue dirigida por Jaime García Terrés, quien promocionó a un grupo de jóvenes escritores (Juan García Ponce, Huberto Batis, Carlos Valdés, José Emilio Pacheco, entre otros), que más tarde se identificaría como Generación del Medio Siglo o de la Casa del Lago. Ahí hallaron un canal de expresión combativo y
 

generador de polémica contra la cultura de aquel entonces.
Empero, el papel de una revista universitaria no es sólo hacer difusión literaria, sino también difundir todas las disciplinas del conocimiento, a fin de fomentar la discusión de las ideas.
La nueva época de la Revista Universidad de México (bajo la dirección de Ricardo Pérez Montfort) ha incorporado como colaboradores a intelectuales de suma valía para divulgar el trabajo científico, y ha incluido la creación de escritores no tan conocidos. Ello le da un justo balance, con lo que ha venido a recuperar su tradición de incentivar la reflexión y proponer una mirada participativa en el ámbito de las revistas y los suplementos.
A pesar del actual momento social, donde se ha dado un cambio en el poder, los grandes problemas nacionales todavía siguen pendientes y las revistas constituyen foros para la actividad crítica, señaló Agustín del Moral. En una carta enviada a la redacción de Universidad de México, el poeta David Huerta señala que esta publicación ofrece un termómetro acerca del debate de ideas en el país.
Los cinco primeros números de la nueva época de la revista de la unam dan muestra de ello, ya que ponen en discusión temas de antaño y actuales a través de sus secciones. “La reflexión y las ideas” representa el núcleo del ejemplar; “Tipos e impresiones” incluye creación literaria; “Orden y caos” y “Perfiles” incluyen artículos de carácter misceláneo; “Las artes y los oficios” es un dossier de arte, acompañado con crítica, y “Senderos” no sólo rescata textos de autores consagrados, sino también da cuenta de trayectorias ligadas con la actividad académica de la unam. Entre sus colaboradores destacan Fabio Morábito, Adolfo Castañón, Jaime Labastida, Roger Bartra, Antonio García de León y Bolívar Echeverría, entre otros.
No obstante que actualmente la crítica es mal vista y el disentimiento incluso puede acarrear la muerte, comentó Horacio Ortiz, coordinador editorial de la revista, durante siete décadas esta publicación ha mantenido una vocación humanista, constituyendo un respiradero de la reflexión, la crítica y el cuestionamiento. Además representa el esbozo de un escenario mejor donde todos sean escuchados y donde la esperanza no se vuelva condena, sino salvación.
Ricardo Pérez Montfort señaló que esta publicación tiene que decir mucho respecto al papel de las humanidades en México, pues ha tenido un compromiso constante con la sociedad. En los ochenta, uno de sus editoriales consignaba que la universidad de hoy comparte con el país sus latencias, participando intensamente en propuestas, debates y difusión del trabajo científico, además de que trata de ser congruente con el espíritu universitario, al meditar sobre la problemática contemporánea. Si bien hoy día las humanidades han sido relegadas por los gobernantes a un segundo o tercer plano, Revista Universidad de México busca recuperar su sentido e importancia para la construcción del modelo de nación, acercándola con la realidad y reconociendo sus múltiples dimensiones; ello hará que los políticos ya no desprecien el conocimiento.
Así, sigue en el camino de difundir la ciencia, la literatura, el arte, la crítica, y pretende abrirse al vastísimo territorio de las humanidades para participar en los debates del pasado y la actualidad que han forjado al país.