Enero 2002, Nueva época No. 49 Xalapa • Veracruz • México
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Cómo remediar desastres ecológicos utilizando aplicaciones biológicas
Elizabeth Vázquez Narváez

 

Miguel Ángel Escalona Aguilar, de la
Facultad de Ciencias Agrícolas, expone
los trabajos de investigación para el uso de
microorganismos benéficos en tareas de
biorremediación de áreas afectadas
por derrames de hidrocarburos
y otros contaminantes.

En su definición más sencilla, la biorremediación es “el proceso de remediar desastres ecológicos mediante medidas y aplicaciones biológicas”. Es preciso agregar que por su versatilidad, bajo costo y eficiencia, se considera la alternativa biológica más prometedora en el tratamiento de suelos y acuíferos contaminados por hidrocarburos.
Lo que hace sobresaliente a esta técnica frente a los métodos convencionales de “limpieza” ambiental es que se basa en medidas y aplicaciones que permiten potenciar la actividad metabólica de ciertos microorganismos nativos capaces de transformar contaminantes orgánicos en compuestos químicamente más sencillos, que la naturaleza puede aprovechar.
Su impacto regenerativo es otra de sus cualidades, aunque está condicionado por el daño causado sobre el área tratada. Algunas veces el éxito es rápido y sencillo de obtener, pero en otras la complejidad química de los contaminantes supera la capacidad de los microorganismos para metabolizarlos; en estos casos, el proceso tarda varios años, en ocasiones ni siquiera se logra la completa degradación de los agentes nocivos.
Conocedor de los atributos de la biorremediación, un grupo de académicos de la Universidad Veracruzana encontró la oportunidad de aplicarlos, a invitación de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), en un proyecto multidisciplinario destinado a tratar un área afectada por una fuga de petróleo ocurrida el año pasado, en el municipio de Nanchital, en el sur del estado de Veracruz.
Dora Trejo Aguilar y Miguel Ángel Escalona Aguilar, académicos de la UV que coordinan el trabajo del área Uso de Microorganismos Benéficos, del departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Agrícolas, participarán en este proyecto financiado por la empresa petrolera. Además de ellos, otras áreas de investigación y vinculación de la uv se involucrarán en las acciones para atenuar el impacto ecológico del accidente.
En la siguiente entrevista, Miguel Ángel Escalona Aguilar da un panorama general del trabajo que desarrollarán para incidir de manera positiva en la zona en que se produjo el accidente.

¿Cuál es la participación de la Universidad Veracruzana en este proyecto de rescate del Arroyo Tepeyac?

Se trata de una invitación que Petróleos Mexicanos (Pemex) hizo a nuestra casa de estudios, en sus diferentes áreas, para que apoyara en las labores de rescate de esta zona, tras un derrame accidental que ocurrió ahí y que ellos pudieron controlar de manera inmediata.
En la Facultad de Ciencias Agrícolas contamos con un departamento de Biotecnología, con el área de Uso de Microorganismos Benéficos en que se trabaja la parte de biorreme-diación. Es a través de esta línea que nosotros estamos interviniendo en un subproyecto, que es el de Recursos Naturales, para trabajar con microorganismos y plantas que puedan solucionar problemas de contaminación por hidrocarburos.

¿Cuál es la función de estos microorganismos?

En biorremediación podemos hablar de dos grandes áreas: aquella en que intervienen hongos, bacterias, etc., que reconocemos como parte de la microbiota del suelo, y la fitorremediación, en donde las plantas tienen la función de extractoras de los contaminantes, ya sea para modificarlos o para que se fijen en ellas. Uno y otro tienen funciones naturales que pueden utilizarse para remediar problemas de contaminación.

¿Cómo incidir para que la presencia de estos microorganismos sea provechosa para la depuración de aguas y suelos?

En el caso que nos ocupa, uno de los objetivos es conocer el comportamiento de las poblaciones microbianas nativas que participan en los procesos de remediación y formación de suelo fértil. Lo que nosotros vamos a hacer es determinar la presencia de hongos y bacterias totales que utilicen hidrocarburos como fuente de carbono, como fuente de nutrimentos; hongos fijadores de nitrógenos simbióticos y asimbióticos y rizobacterias promotoras de crecimiento.
Otros objetivos son estimular a las poblaciones vegetales nativas presentes en el área dañada, a través de la fertilización, con incorporación de abonos orgánicos, así como establecer especies inoculadas con hongos micorrícicos.
Dentro de las especies que se están evaluando está el pasto tanzania, maíz, pica pica mansa y el pasto llanero. Éstas son las especies que estamos trabajando. Tenemos programadas varias etapas en el desarrollo de este proyecto. Una de ellas es identificar la presencia y condición de los organismos en suelo y agua después del derrame, porque una vez que Pemex concluyó con su trabajo de limpieza es importante ver si quedaron remanentes de los hidrocarburos derramados y cuál ha sido el papel de los microorganismos ahí.
Vamos a trabajar con bacterias, a investigar qué pasó con ellas y con las poblaciones totales de microorganismos. Una vez hecho este diagnóstico, vamos a llevar plantas que tienen reporte de fitorremediadoras y las vamos a inocular con hongos micorrícicos.
Otra actividad es la incorporación de verbicomposta, pues existen reportes de que cuando hay una fuente importante de materia orgánica, el suelo se re establece más pronto porque permite la proliferación de organismos benéficos. Entonces, nosotros queremos propiciar el medio para que puedan desarrollarse ampliamente e iniciar con su función de biorremediación.
También, parte de nuestro proyecto es reconocer las especies vegetales nativas que están presentes en la zona, hacer un inventario en el área afectada y luego cotejar esa información con lo que ya hemos investigado a través de la bibliografía que hemos estado consul-tando en la fase previa al trabajo de campo. De esta forma podremos conocer de manera concreta cuáles de estas especies localizadas en el área han sido reportadas como fitorremediadoras, cuáles tienen mayor potencial. Con este proceso pretendemos que la recuperación del área se dé naturalmente y pueda servir de modelo para enfrentar situaciones similares.

¿Cuáles son los planes para estructurar este modelo que ayude, en circunstancias parecidas, a solucionar con cierta experiencia un problema de contaminación?

Queremos hacer un página interactiva en Internet, que además sería uno de los productos que le entregaríamos a Pemex.
Con esta base de datos deseamos que si tú, como usuario, tienes interés en la fitorremediación o como un demandante sabes que ésta puede ser una solución a tus problemas, tengas la posibilidad de entrar a Internet y consultar qué especies pueden adaptarse a la región en que te encuentras. Das un clic y aparece tanto el nombre científico como el común de la especie en cuestión, otro clic y despliega toda la información necesaria para su propagación.
También se darán recomendaciones acerca de la factibilidad de inoculación con hongos micorrícicos o bacterias para su rápido desarrollo. Se proporcionará información sobre su ciclo de vida y condiciones ecológicas para su crecimiento. Como usuario, tendrás información y la posibilidad de promover una especie si tienes problemas de contaminación.
No debemos olvidar que hay que ser muy cuidadosos porque, por ejemplo, el pasto tanzania se está cultivando mucho en la región en la que estamos trabajando, pero tenemos que evaluar si acumula alguno de los componentes y si éstos no son tóxicos para la planta, pues hay algunas que lo extraen pero solamente lo acumulan.
Una de estas especies fitoextractoras que tienden a la acumulación es el eucalipto: va guardando los componentes tóxicos y cuando se le caen las hojas se van con ellas para caer al suelo y producir de nuevo la contaminación. Pero también hay algunas especies que tienen la capacidad de biotransformar, es decir, de convertir un producto tóxico en uno orgánico ya no tóxico. Éste es el tipo de datos que vamos a dar.
Otro ejemplo es la cliptoria, una leguminosa que tiene la gran ventaja de cubrir mucho terreno y gracias a eso el suelo nunca está sin plantas, lo que para nosotros es fundamental pues se requiere que en el área haya siempre una capa de vegetación tanto de especies herbáceas como de especies leñosas, porque ambas tienen una función muy importante.
Las primeras tienen raíces más fibrosas que penetran y rompen áreas compactadas, y las segundas no poseen esta propiedad pero tienen la de generar una gran cantidad de raíces que se van extendiendo, de manera que cuando nosotros modificamos esta estructura del suelo y agregamos estas raíces propiciamos muchas condiciones favorables para los organismos. Un proceso muy sencillo y muy ventajoso.

¿Cuáles son algunas de las plantas que pueden ser utilizadas para la fitorremediación?
Podemos hablar de gramíneas y leguminosas. En el primer grupo encontramos a los zacates –que normalmente ya están en los suelos–, también al pasto llanero y algunos de los pastos nativos. Las leguminosas que normalmente se ven como coberteras, pueden tener también esta propiedad, por ejemplo, el frijol, el terciopelo o el pica pica mansa. Normalmente todas las leguminosas tienen esta capacidad.
Lo interesante de estas plantas es que tienen la capacidad de extraer del suelo los contaminantes como si fueran nutrimentos y acumularlos. Erróneamente, mucha gente ve plantas en el suelo que no son las que tradicionalmente nos sirven y las quitan de tajo; no saben que en su raíz hay una gran cantidad de raicillas (una planta puede cubrir con sus raíces un área de seis metros cuadrados) que funcionan como extractoras; además, las raíces de las plantas tienen un intercambio muy dinámico con los microorganismos del suelo para favorecer este factor de nutrición.
Realmente es una maravilla lo que pueden hacer las plantas a través de sus raíces. No sólo son capaces de absorber, por ejemplo, los hidrocarburos como nutrimentos, sino que, además, liberan fotosintaxis, producto de la fotosíntesis, y los carbohidratos y los azúcares son liberados como exudados por parte de la raíz.
En la rizosfera, en el ambiente cercano a la raíz, que es un medio muy rico en nutrimentos, crece una gran cantidad de población de organismos benéficos, y cuando establecemos estas plantas en zonas afectadas por contaminación favorecemos el desarrollo de estos microorganismos, que funcionan como agentes de biorremediación.
La planta por sí misma tiene la capacidad de extracción, pero la riqueza de nutrimentos que hay alrededor de la raíz permite que entren estos microorganismos y en conjunto sean los que desarrollen esta función tan importante.

En el proceso de fitorremediación, ¿cuál es la utilidad de la inoculación con micorrizas?
Ya hablamos de la natural capacidad extractora de algunas plantas y de lo que esto significa en términos de fitorremediación. Pues bien, nosotros estamos partiendo del hecho de que en la zona que vamos a tratar existe una población vegetal nativa que podría jugar este papel de manera natural, pero si la dejamos actuar por sí sola, la escala de tiempo podría ser mucho mayor que si la inoculamos con un complejo suficientemente probado para que la planta tenga una posibilidad de desarrollo mayor. La importancia de inocular con micorrizas radica en que se crea una planta más vigorosa, con mayor capacidad de crecimiento y con la posibilidad de extender sus raíces más rápidamente. Se trata de acelerar el proceso solamente.
Llamamos micorriza a la asociación mutualista entre un hongo del suelo y las raíces de una planta. Esta asociación tiene efectos muy benéficos en el desarrollo de muchas especies vegetales y tiene la ventaja de presentarse en casi todas ellas de manera natural.

¿La biorremediación es una opción para enfrentar exclusivamente problemas de contaminación por hidrocarburos o puede aplicarse ante la presencia de cualquier otro elemento contaminante?
No es exclusiva, podemos usarla en otros casos. Para empezar, hay que recordar que en nuestro planeta los hidrocarburos siempre han existido, pues se trata de la acumulación de carbono después de una serie de procesos, y por sí mismos no son contaminantes. Desde el principio de la vida han existido microorganismos y plantas que se han dedicado a degradar estos hidrocarburos como una fuente de materia orgánica, aunque en el caso de un derrame de petróleo en un río las cosas cambian porque puede afectar la vida vegetal y animal.
Ahora bien, estos microorganismos y especies vegetales también pueden encontrar su fuente de energía en áreas de contaminación por desechos urbanos o industriales y, por tanto, las zonas en las que se les puede encontrar son susceptibles de ser biorremediadas.
La contaminación industrial o por plaguicidas, por metales pesados u otro tipo de elementos nocivos para el ambiente también son factibles de ser modificados a través de la biorremediación. Las posibilidades son muy amplias. Además, tiene entre sus ventajas la virtud de reducir costos en relación con los costos de los métodos convencionales.

¿Cuándo inició la Facultad de Ciencias Agrícolas el estudio sobre el uso de microorganismos benéficos?

Hemos estado trabajando en el tema desde hace más o menos diez años, pero el trabajo en biorremediación es relativamente reciente y debo decir que lo debemos, en parte, a algunos de nuestros egresados que se han ido al Colegio de Posgraduados de Chapingo (CPC) y al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) a hacer investigaciones, y han regresado para compartir con nosotros sus conocimientos y trabajar conjuntamente.
Así que hace apenas unos tres o cuatro años que estamos trabajando en biorremediación, mancomunadamente con esas dos instituciones. Incluso, en este subproyecto que estamos realizando con Pemex intervendrán egresados de nuestra facultad que ya han hecho su posgrado, todos bajo la dirección de la maestra Dora
Trejo y mía.

¿Es la primera vez que se hace una aplicación concreta de su trabajo de investigación en el área de biorremediación?

En un problema concreto, sí. Hemos avanzado mucho en nuestra investigación, pero hasta ahora intervendremos en un problema real.

En este proyecto con Pemex no sólo participan ustedes sino también varios institutos de investigación y facultades. ¿Cómo favorece a nuestra casa de estudios este trabajo conjunto?
A mí me parece que lo verdaderamente importante de este trabajo es su carácter multidisciplinario, y ésta sería la recomendación a seguir siempre que se hagan trabajos de biorremediación: integrar grupos multidisciplinarios, en donde cada quien tenga una habilidad, porque se necesita abordar temas de bioquímica, química, botánica, ecología, microbiología, etc., que integrados nos dan una posibilidad alternativa y funcional.
Nuestra intención es generar un modelo como producto, aprovechando la oportunidad de actuar en una circunstancia real. Me parece que esto es lo más ventajoso para la Universidad: conjuntar equipos multidisciplinarios que puedan dar soluciones concretas a problemas específicos que está demandando la sociedad.

¿Cuándo inició el trabajo de rescate en esta zona?
Desde julio del año pasado estamos trabajando en la sistematización de técnicas, en la revisión bibliográfica, en un trabajo de gabinete que nos permita tener información sobre cómo entrar de lleno al campo.
En este momento estamos propagando en invernadero siete especies de leguminosas y gramíneas que serán micorrizadas y llevadas a las parcelas de evaluación que tenemos montadas en campo. Además, se está trabajando en la búsqueda de información para esta base de datos que ya comentaba y que es otra de las metas que tenemos al participar en este proyecto. Ahora se requiere de algunos apoyos más para entrar ya de lleno a un trabajo de campo.

En caso de no intervenir, ¿cuáles podrían ser los efectos de esta contaminación sobre el área afectada?
En este caso específico podría pensarse que lo más afectado es el agua. Los hidrocarburos impiden que se desarrolle la vida y entonces pueda haber muerte de peces o de microorganismos asociados a la cadena alimenticia de los peces; acumulación de hidrocarburos y, por tanto, que ciertas plantas que son susceptibles no pudieran crecer, entre otras cosas.
Sin embargo, hasta donde yo sé, los efectos del derrame fueron casi completamente controlados; Pemex intervino muy rápidamente. Lo que detectamos es que esta área ha sido históricamente afectada tanto por contaminación por hidrocarburos como por desechos urbanos, pues sirve como desagüe de todo el poblado de Nanchital; así que también estamos hablando de acumulación de detergentes, grasas, de elementos que tradicionalmente son contaminantes. Por lo tanto, esta acción que realizaremos es importante porque se va a limpiar el río no sólo del derrame sino de todo lo que ya contenía.